La
construcción del Mercado Central absorbió una serie de calles que desaparecieron del callejero:
La conocida como calle CONEJOS ya mencionada en una Deliberación de la Ciudad
del año 1474 que iba desde la calle Molino de Na Robella a la plaza del
Mercado. Esta calle era el sitio que se denominaba vulgarmente El Clot en el que además de aves y
volatería se vendían liebres y conejos como paraje destinado desde tiempo
inmemorial a venta de estos animales. Puede provenirle el nombre porque en ella
había dos mesones que tenían por divisa o emblema en cada uno una tablilla con
un conejo a cada parte. Otra opinión es la que dice que tomó el nombre por
alguien de la familia del apellido Conill.
Desde la plaza del Conde de Casal a la plaza
del Mercado pasando por delante de la portería o puerta del torno del Convento
de Magdalenas estaba la calle MAGDALENAS mencionada en una escritura ante Gregorio
Jacinto Marco del año 1649 y que también se llamó calle MONGES (1532) y calle SANTA MAGDALENA (1385) denominaciones todas sacadas del
inmediato convento de religiosas dominicas con el título de santa María
Magdalena había sido fundado en 1240.
A consecuencia de la supresión de comunidades religiosas
fueron trasladadas en 1836 al Convento de santa Catalina de Siena. En 1837 fue
demolido y de sus solares nació el que se conoció como Mercado Nuevo.
Se rotuló también como calle MICHACARA (1662) y como calle MITJA GALTA porque no tenía casas más que a una parte,
pues a la otra estaba la pared del convento.
También
se conocieron antiguamente dentro del ámbito de la plaza determinados lugares o
parajes como:
-
El
encant o encantillo sitio donde se subastaban y vendían
públicamente muebles y otros diversos objetos. En un principio estuvo en la
entonces plaza de la Seo, frente a la puerta de los Apóstoles de la catedral y
en 1586 se trasladó junto al convento de Magdalenas donde permaneció hasta que
por una Deliberación de la Ciudad de 13 de septiembre de 1662 estableció la
Ciudad a los Corredores de Cuello el territorio junto a la Lonja, desde la
esquina de los escalones hasta la calle Cordellats comprendiendo veinte palmos
desde la pared de la Lonja hacia fuera, con la obligación, por los de dicho
oficio, de empedrarlo en el plazo de tres años.
-
Les
Estaques, situado al extremo de la plaza, junto a la calle Bolsería, aunque su primitiva ubicación fue el
sitio que ocupan Les casetes de Sant Joan. Se vendían en este sitio las
caballerías y para este menester había clavadas en el suelo unas estacas para
poder amarrar en ellas a los animales.
-
El
Barreig, localizado frente al entonces Convento de
Magdalenas donde estaban los vendedores de salazones.
-
La
Fustería, de la que hay noticias desde 1400, diciendo que
estaba en el mercado junto a las casas que están contiguas al Convento de la
Merced y frente a la boca de la calle del Trench. Esta Fustería sufrió un grave
incendio, el mismo que afecto a la calle del Trench y al Nou del que nos hablan
los versos del médico y poeta Jaime Roig en su obra, escrita en 1359, L’espill
o Libre de les dones : La Pellería /
Trench – Fustería / Fins mig mercat /Nas vist cremat...
Plano de 1909 donde pueden verse el Mercado Nuevo y las mencionadas calles desaparecidas. |
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